jueves, 2 de julio de 2009

Cerrito sin nombre.


Nadie ha sabido decirme cómo se llama este cerrito. De cierto sé que antes crecía sobre él un bosque, como el que se ve a la derecha de la foto. Donde las nubes se han detenido para llover. Abajo, pastizales, una milpa, árboles aquí y allá. Las cumbres de los cerros han de estar forestadas. Y si se puede, también el cerro. O con terrazas, enormes escalones que retienen el agua evitando que corra llevándose la tierra fértil, y permitiendo que se infiltre. Por dentro, los cerros de mi pueblo están llenos de agua; por fuera, un bosque los viste y los protege.
No es el caso de éste, verde en verano pero durante la época de secas, árido.
Ha perdido su tierra fértil.
¿Será también un volcán dormido?
No sé.

2 comentarios:

  1. Marta,
    Creo que ese cerrito solitario está en espera de su nombre. ¿Por qué no lo bautizas? Sería un buen ejercicio para la imaginación y el pobre cerrito saldría del anonimato.

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  2. ... y si llegara a ser un volcán de cenizas fertilizantes para los alrededores, el nombre que le diste se extendería a toda esa área campestre.
    Un saludo
    clap56@gmail.com

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