martes, 7 de julio de 2009

Playa, mi foto favorita.


Esta imagen fue tomada en Acapulco a fin de año. Puse que es mi favorita, el agua está revuelta, el ave de espaldas, confusión, pero seguridad porque en esa parte de la playa el mar es muy somero, así que el ave tiene sus patas bien puestas sobre la arena. No sé cómo el agua no se la lleva, no la revuelca como la arena, movediza casi como la misma agua.
Así está el mundo.
Quiero ser como esa ave, ¿ibis? ¿garza?
blanca
con los pies en la arena, enmedio de la confusión
de espaldas
mirando hacia el horizonte.

jueves, 2 de julio de 2009

Cerrito sin nombre.


Nadie ha sabido decirme cómo se llama este cerrito. De cierto sé que antes crecía sobre él un bosque, como el que se ve a la derecha de la foto. Donde las nubes se han detenido para llover. Abajo, pastizales, una milpa, árboles aquí y allá. Las cumbres de los cerros han de estar forestadas. Y si se puede, también el cerro. O con terrazas, enormes escalones que retienen el agua evitando que corra llevándose la tierra fértil, y permitiendo que se infiltre. Por dentro, los cerros de mi pueblo están llenos de agua; por fuera, un bosque los viste y los protege.
No es el caso de éste, verde en verano pero durante la época de secas, árido.
Ha perdido su tierra fértil.
¿Será también un volcán dormido?
No sé.